Esta imagen corresponde al año 2003. En otra entrada ya me referí a que considero que aquel año fue capital en mi desarrollo como fotógrafo aficionado. Sufrí el típico síndrome de "disparar a todo lo que se mueve" que le da a todos los que estrenan una "buena cámara" pero empecé a defirnirme además. Hice cosas que hoy en día ya no haría pero que tienen la frescura de la "inocencia fotográfica" :-D.
Esta foto, no obstante, no forma parte de esas que digo que hoy ya no haría. Quizás no la repetiría porque el resultado que obtuve con dos o tres fotos en ese patio aquella mañana de julio fue tan (para mí) insuperable que no merece la pena que ese camino lo siga explorando. El Sol caía y las paredes encaladas hacían surgir en mi cabeza imágenes "Westonianas" al ver las pinzas y de repente tuve la fortuna de que una avispa se posó sobre ellas. De los diversos encuadres que hice éste fue el que elegí para procesar, por supuesto en westoniano blanco y negro.
Cabe decir que hay una versión en color también de esta foto que tuve que hacer para presentarla al I Concurso Levante-Hipercor de fotografía (tema: vacaciones) del año 2003 y que esa foto obtuvo el premio de "foto más original". Hay quien todavía la recuerda.
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