Hoy he vuelto a oir por la radio ese mítico diálogo de "la flor de mi secreto" en el que Chus Lampreave usa esa expresión en referencia a la desorientación vital que a veces nos puede invadir: "como vaca sin cencerro".
Las señales, las guías y las marcas siempre han sido fundamentales a la hora de poder orientarse bien sea andando, conduciendo o viviendo.
Lo malo de las señales es que son cambiantes y equívocas y lo que siempre ha sido gris hoy puede ser negro y mañana puede ser blanco...
En fin, no sé.
La foto está tomada en las proximidades de Villar de Cantos, Cuenca.
1 comentario:
como bien escuché decir a un hombre sabio, otros vendrán que te harán ver el paisaje como jamás lo habías hecho.
Tu cámara son los ojos por los que consigo ver belleza allá donde voy. Te doy las gracias por eso :)
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