Me temo que no tengo ni idea del coche que tuve delante mientras paseaba por las cercanias de Rosa-Luxemburg-platz. Eso sí, era impresionantemente bello tanto por el refinado "tuneado" que le habían aplicado como por las nobles (y anticuadas) proporciones que tenía.
In Eggleston we trust
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03 julio 2007
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